La buena normalidad.

Llevábamos tiempo esperando, el calor apretaba y por fin nos pudimos quitar las mascarillas en los espacios abiertos cuando hay distancia.

Esto no sería posible, y por ello queríamos agradecer a La Llagosta por su comportamiento ejemplar durante la pandemia. Gracias a esta ejemplaridad la pandemia no se ha cebado en exceso con nosotros, uno de los pueblos más densos, más sociales y más callejeros que existen. Esa forma de ser que tanto nos gusta.

Gracias a la ejemplaridad y el gran ritmo de vacunación llegaremos en breve a la normalidad, pero a la normalidad que nos gusta, la buena.

Donde poco a poco se van abriendo todos los servicios municipales que se habían cerrado durante la pandemia, hace una semana empezamos con la gimnasia de la Gent Gran y al volver de las vacaciones de verano se abrirán todos los talleres del Casal de Avis y el Nou Casal. Y como no, volveremos a reencontrarnos todos y todas en una Fiesta Mayor.

Desde el ayuntamiento, volvemos a la normalidad, a dar todos los servicios como antes de la pandemia. También es hora de que la Generalitat haga lo mismo con sus servicios, especialmente el CAP. Es hora de empezar a dar el servicio como estaba antes de la pandemia, han de volver a abrir las urgencias nocturnas.

Somos un pueblo unido, si no vuelven todos los servicios al CAP, habrá una gran movilización.